Sunday, September 10, 2006

Recomendaciones útiles

Es absolutamente recomendable abrazarte a la esperanza, y lanzarte desde lo alto, sin siquiera meditarlo, sin tomar aire, intentando respirar normalmente como si nada en lo absoluto pudiera borrar esa sonrisa cómplice!!
Es necesariamente recomendable, hundirle un cuchillo hasta la empuñadura en medio de la garganta a la injusticia, retorcerlo varias veces antes de sacarlo sangrante y reír a mandíbula batiente y lamer la sangre de tus brazos!!
Es absolutamente recomendable penetrarla fuertemente por detrás, tomándole el pelo con fuerza y cacheteándole el culo mientras le gritas obscenidades y le muerdes las orejas!!Basta decir que pensé en ti, que me acordaba de tus gemidos, y de cada arañazo que se me quedó en la espalda. Baste para que sepas, que no hay día en que no te recuerde, que no hay noche sin tus ojos, y que no pasa un segundo en que no desee morder tus pezones nuevamente. Lamer mis heridas me envenena, y me colma la razón, me desata la insensatez de soltar a tus perros y que me desgarren la carne en furiosas dentelladas salvajes, precisas, exactas, perfectas, justas, merecidas, diabólicamente merecidas, anheladas, salvajemente deseadas, necesitadas. Baste para morir mi confesión, tus muertos son mis muertos, y el dolor de sus cuerpos es mi dolor, el mismo que vomito en tu boca, cada vez que puedo acercarme, y que reconozco en cada mirada. Baste para que mueras de una vez para siempre! mi mejor orgasmo, cada esfuerzo por no acabar entre tus pechos, cada oleada de espasmos violentos, desenfrenados, cada vez que me hundo…que me hundo y me muero, cada vez que me muero …que me muero y respiro, cada vez que respiro …y entonces baste para que mueras …simplemente morir.

Cyan

Te miré, sombra de ojos verde y labios gruesos de un rojo fuerte. Te hablé, ojos azules, grandes, pestañas largas, pelo rubio hasta un poco más abajo de los hombros. Te besé, tomé tu nuca y te besé, besé tu cuello y tu mentón, y te mordí los labios suavemente. Natalie, así te llamabas. Toque tus pechos con mis manos, los besé….luego me derrame sobre tus piernas, y tus labios y en silencio seguí tus ojos en carrera por el mar que nos bañaba, en mitad de la nada, en ningún lugar, quizás, talvez, una gaviota, o si no, algo así. La lluvia quería que me olvidara, y sonaba fuerte afuera, sobre los techos, en mi cabeza, en tu cabeza…verdad?? Te miro, y no pareces de verdad, y es que me sorprende que aún me mires enamorada, después de todo…no volví jamás a saber de ti. Los años pasaron tan de prisa, pareciera que no paso nada, sin embargo….tantas cosas, tengo una hija, y un dolor en el alma. Una pena que no alcanzo a dimensionar, un montón de culpas, …y sus besos colgando de mis labios, de mis ojos, de mis manos y de mis pies. Aquí me dueles, y no puedo respirar si lo pienso demasiado. Me duermo entre sus piernas obsesionado en sus rincones, en su piel, en su aroma, y me descubro sollozando por que no he podido dormir en paz, y me descubro sentenciado a muerte de dolor, por que no soy capaz de de aguantar un aguijón más, por que no puedo seguir soñándote tanto, por que no puedo dejar de ver tus ojos, no puedo cerrar mis ojos, ni dejar de sentir tu aliento, tus latidos y la punta de tus pies! Alberto Becker Ravest